martes, 1 de enero de 2013

La frase del año 2012

Y la frase del año 2012 con la que me quedo es:

"No dejamos de jugar al hacernos viejos, nos hacemos viejos cuando dejamos de jugar.

Hace poco colgué en twitter esta frase y creo que es con la que me voy a quedar de este año 2012 que ha terminado y damos bienvenida al 2013.

Me quiero quedar con ella porque la gente no le da la importancia que tiene y quiero daros mi reflexión sobre ella.


Cuando eres niño simplemente quieres jugar, tu vida se centra en jugar, haces un juego de todo y todo el rato estás jugando: el escondite, el pilla-pilla, a los coches, al fútbol, a los columpios, con arena, con cesped, con un árbol, en el centro comercial, en el bar, en cualquier lado...sólo te preocupaba jugar porque no tenías responsabilidades ni obligaciones, vivías el presente y sólo estabas pendiente de pasártelo bien aquí y ahora, y eso era jugando.

¿Cuándo fue el instante preciso en qué dejaste de jugar?

Es una pena ver cómo pocos adultos juegan y se divierten porque "yo ya soy mayor"...sólo se ven jugando adultos con sus hijos que es cuando despiertan otra vez su niñez y ya no les da vergüenza porque "pueden jugar" ya que lo hacen con su hijo.

Hay muchas formas de jugar...no hace falta jugar al escondite si no quieres, aunque yo cuando me voy de casa rural intento jugar a todos estos juegos de la infancia que me encantan...Hay muchas formas de jugar a cosas un poco menos de niños: a las cartas, a los videojuegos, deportes, juegos de mesa, paintball, disfrazarse, karts, y juegos más de "adultos" digamos.

No perdamos al niño que llevamos dentro porque hay que cuidarlo y divertirle muy a menudo, el niño que tenemos quiere jugar y divertirse sin pensar en los demás ni en el qué dirán por tener "equis" años. Y el no jugar es lo que hace hacernos mayores, serios y aburridos.

Si mantenemos ese espíritu de juego y diversión mantendremos un espíritu joven y divertido cuidando a nuestro niño interior.

3 comentarios:

Esa niña que vive dentro de mi dijo...

Jugar también nos mantiene conectados a ese elixir de juventud, precisamente, porque mediant el juego continuamos en un aprendizaje constante. ¿Y cómo envejecer cuando uno continúa aprendiendo, cómo ser viejo si aún se está creciendo?

Almoraima dijo...

Jugar y seguir aprendiendo siempre.
Me encanta ver a mi padre con su ordenador haciendo amigos en Facebook y organizando sus carpetas de fotos. Hace poco no sabía ni manejar el ratón.
Cosas como esas les dan mucho ánimo y el ánimo es salud.

El blog que te hará pensar dijo...

Pues sí, esa es la clave. Se puede ver a kilómetros esa gente seria aburrida que ya dejó de jugar hace tiempo

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